El Principio del Lobo Solitario En el momento en que dejas entrar al grupo, tu razonamiento deja de ser tuyo. Cuando reduces el trading a su esencia, encuentras un paisaje construido para una sola mente. Cada decisión es tuya, cada vacilación es tuya, cada error resuena solo en ti. La gente intenta convertirlo en un deporte colectivo porque estar solo con la incertidumbre es incómodo. Se siente más fácil tomar convicción de alguien más, apoyarse en la confianza del grupo, externalizar la duda. Sin embargo, en el momento en que adoptas esa postura, el juego se vuelve en tu contra. Los mercados castigan la dependencia. Castigan las mentes que anclan su pensamiento en otros. Castigan a cualquiera que olvide que la convicción ganada en privado es la única convicción que sobrevive al impacto. Cuando comienzas a creer que es un juego de equipo, comienzas a operar por aprobación en lugar de claridad. Comienzas a esperar confirmación en lugar de leer la verdad frente a ti. Dejas que la incertidumbre de otra persona diluya tu certeza. Pierdes la ventaja que proviene de escuchar tu señal interna con plena responsabilidad. Un grupo puede animarte, distraerte, validarte o cegarte. Lo que no puede hacer es salvarte. En el trading, la multitud solo puede amplificar cualquier debilidad que ya lleves. El trader que sobrevive es aquel que ve la soledad como el entorno adecuado para la toma de decisiones. ...