Como comparto en esta entrevista de Forbes, también he encontrado inspiración y éxito invirtiendo en empresas públicas. Microsoft, NVIDIA y AMD son solo tres ejemplos perdurables de innovación, liderazgo y ejecución a escala. Desde que invertí por primera vez en Microsoft en 1996 después de sus principales anuncios en Internet, esa posición ha crecido más de 75 veces (y todavía tengo las acciones). Desde que comencé a golpear constantemente la mesa en NVIDIA en 2019, incluso en CNBC y en otros foros públicos, las acciones se han apreciado más de 50 veces. Estas experiencias refuerzan una de mis creencias fundamentales: los rendimientos excepcionales, similares a los de las empresas, provienen de la paciencia y la convicción de mantener grandes empresas, públicas o privadas, a muy largo plazo.