El gabinete japonés aprobó un plan de estímulo económico de 21,3 billones de yenes (aproximadamente 135.4 mil millones de dólares), que es la mayor inyección de liquidez desde la pandemia. Además de abordar el aumento de precios, la reducción de impuestos y los subsidios a la vida, también incluye un paquete de inversiones directas en áreas como semiconductores, inteligencia artificial AI, construcción naval, entre otros.